⚖️ Milei reordena su Gobierno y despeja las internas, pero crece la tensión por las elecciones

Tras semanas de rumores, tensiones internas y posteos crípticos en redes sociales, el presidente Javier Milei decidió poner punto final a las disputas en el corazón de su gobierno. En la Casa Rosada aseguran que ya no hay margen para peleas internas, justo cuando se avecina un nuevo desafío electoral. Sin embargo, lo que se despeja en la superficie, parece complejizarse en las profundidades del Gabinete.

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Del triángulo de hierro al “tetraedro presidencial”

Hasta hace poco, Milei se apoyaba en un triángulo de confianza compuesto por su hermana Karina, su principal asesor Santiago Caputo y, antes, Nicolás Posse. Pero los tiempos cambiaron. Ahora, el Presidente se ubica a sí mismo en la cúspide de un nuevo “tetraedro”, acompañado por Karina Milei, Caputo y el actual jefe de Gabinete, Guillermo Francos.

Francos, de perfil dialoguista y con llegada a todos los sectores, se convirtió en una figura clave: “Es el nexo entre los talibanes y la política”, dijo Milei en un discurso reciente. Muchos lo ven como el árbitro silencioso de las tensiones internas.

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Una tregua forzada en medio de la rosca electoral

En el armado libertario, las internas afloraron al calor del cierre de listas. El entorno de Caputo cuestionó algunas candidaturas impulsadas por Karina Milei, sobre todo en la provincia de Buenos Aires. Desde su sector creen que el armado político debe estar directamente alineado con la gestión para garantizar respaldo legislativo y avanzar en reformas clave como la laboral o la impositiva.

Karina, sin embargo, no dudó en responder. Con un tuit categórico defendió a sus elegidos y advirtió que cuestionarlos es atacar directamente “al Presidente y a la causa”. El mensaje fue claro: alineamiento o afuera.

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¿Unidad real o silencio estratégico?

Aunque el discurso oficial insiste en que “la interna está terminada”, dentro del Gobierno se respira otra cosa. Fuentes cercanas a Milei sostienen que el Presidente se hartó de las peleas, pero también que tomó nota de quién es quién en este juego de poder. Las reuniones entre Francos, Karina y Caputo siguieron ocurriendo, pero en privado y con bajo perfil.

En paralelo, las cuentas anónimas en redes sociales (como @TraductorTeAma) siguieron lanzando dardos contra ciertos dirigentes, en especial contra Sebastián Pareja, un armador cercano a Karina. Aunque desde el oficialismo aseguran que esos usuarios no responden a órdenes internas, lo cierto es que generan ruido y alimentan sospechas.

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Se vienen cambios… ¿otra vez?

A puertas cerradas, nadie descarta movimientos en el Gabinete tras las elecciones. Hay nombres que suenan fuerte para dejar la gestión y otros que podrían sumar peso político. Tres fuentes del Ejecutivo ya hablan con certeza: Patricia Bullrich será candidata a senadora por la Ciudad. Otros, como Lisandro Catalán —mano derecha de Francos—, aún están en veremos.

Desde el entorno presidencial afirman que si un funcionario estratégico debe ser candidato por el bien del proyecto, lo será, aunque eso implique abandonar momentáneamente la gestión. Ya ocurrió con Manuel Adorni, que debió postularse como legislador porteño, y no se descarta que regrese al Ejecutivo tras asumir.

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Lo que viene: otro mapa de poder

Aunque Milei logró aplacar las tensiones, la estructura de poder dentro del Gobierno podría modificarse nuevamente tras los comicios. Hay recelos cruzados sobre quién ocupará ciertos espacios, sobre todo si referentes del PRO o figuras del círculo íntimo buscan escalar posiciones.

“El día después de las elecciones generales va a comenzar una etapa distinta para la gestión… en todo sentido”, repiten en la Casa Rosada. La pregunta es: ¿será de consolidación o de nuevos temblores?