
Luego del triunfo electoral, el Gobierno de Javier Milei comienza una nueva etapa económica enfocada en reconstruir la confianza cambiaria, fortalecer las reservas y asegurar los próximos pagos de deuda.
Con el respaldo político de Estados Unidos y el presidente Donald Trump, el equipo económico de Luis Caputo prepara un esquema para retomar la compra de divisas dentro de la banda de flotación cambiaria, evaluando un precio de referencia para hacerlo.
La victoria oficialista trajo alivio a los mercados luego de semanas de alta volatilidad. Según fuentes del Ministerio de Economía, la reducción del llamado “riesgo kuka” —la incertidumbre política previa a las elecciones— permitió estabilizar el tipo de cambio y mejorar las expectativas.
En ese contexto, el Gobierno proyecta que el tipo de cambio mayorista se mantendrá entre $1.250 y $1.494,53, rango en el cual el Tesoro podría volver a comprar divisas en bloque para enfrentar vencimientos por más de USD 1.500 millones en el último bimestre del año.
A pesar de las presiones de los bancos internacionales y los analistas, Luis Caputo mantiene su compromiso con el actual régimen de bandas cambiarias y un enfoque basado en ajuste fiscal, desregulación y apreciación del peso.
Los analistas advierten, sin embargo, que la clave estará en cómo el ministro logre equilibrar una eventual flexibilización monetaria con la necesidad de mantener la demanda de pesos y evitar presiones sobre el dólar.
El Banco Central (BCRA) tiene pendientes pagos por unos USD 1.100 millones en instrumentos Bopreal y continúa alejado de su meta de acumulación de reservas, estimada entre USD 7.000 y 8.500 millones antes de fin de año.
Entre las certezas del Gobierno se encuentra el respaldo activo de Estados Unidos, que incluye “todas las herramientas disponibles” dentro de la estrategia geopolítica impulsada por Trump en la región.
A los USD 20.000 millones del swap con el Tesoro estadounidense, se busca sumar otros USD 20.000 millones provenientes de bancos y fondos soberanos, destinados a recomprar deuda y garantizar acceso al financiamiento.
Además, se evalúa un nuevo acuerdo comercial en materia de aranceles que fortalezca la posición argentina frente a socios estratégicos.

El riesgo país cayó por debajo de los 700 puntos básicos tras el triunfo de La Libertad Avanza, pero los inversores internacionales consideran que debería ubicarse entre 350 y 400 para que Argentina pueda volver a tomar deuda en los mercados voluntarios.
En enero vencen USD 4.200 millones con bonistas privados, y el Tesoro deberá comprar al menos USD 1.500 millones antes de fin de año para cumplir los compromisos con el FMI y otros organismos multilaterales.
Caputo afirmó que, gracias al acuerdo con Estados Unidos, el país cuenta con margen para obtener liquidez inmediata si lo requiere, y destacó que “ya no es tan urgente acumular reservas” mientras se consolide el respaldo externo.
El Gobierno confía en que la normalización de la demanda de dinero y la mejora de la cosecha fina permitirán sostener la estabilidad del dólar.
Si logra recomponer reservas y mantener controlado el tipo de cambio, el Ejecutivo podría acelerar su retorno a los mercados internacionales y consolidar el rumbo económico de la gestión Milei.