El licenciado en Psicología y especialista en bullying y violencia escolar, Claudio Vázquez, analizó la situación en San Luis y el país. Habló sobre protocolos, la importancia de la educación emocional y el rol clave de las familias para prevenir y abordar estos casos.
Claudio Vázquez, licenciado en Psicología y actual funcionario del Ministerio de Educación provincial, ha dedicado gran parte de su carrera al estudio y abordaje del bullying y la violencia en las escuelas. En diálogo con Radio Digital San Luis, destacó la complejidad del fenómeno y la necesidad de un trabajo articulado entre escuelas, familias y el Estado.
Vázquez subrayó que no toda agresión es bullying. Para que un caso sea considerado como tal, deben cumplirse cuatro condiciones: intencionalidad de dañar, ocurrir entre pares, existir una relación desigual de poder y ser repetitivo en el tiempo. “Muchas veces se confunde con otras formas de violencia, pero el bullying es un fenómeno específico”, aclaró.
En San Luis, las escuelas cuentan con GUIARSE, una guía que reúne 72 protocolos para abordar diferentes conflictos. Esta herramienta interactiva permite a los docentes acceder rápidamente a los pasos a seguir, incluyendo la comunicación con las familias y, en casos graves, la intervención judicial.
“El protocolo da tranquilidad a los docentes porque les marca qué hacer, cómo actuar y qué canales seguir para proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes”, señaló Vázquez.
El especialista destacó que la participación de los padres es esencial: “Los niños rara vez nos escuchan, pero siempre nos ven. Si en casa se enseña respeto y no violencia, es más difícil que aparezcan estos conflictos en la escuela”.
Advirtió, además, sobre el riesgo de exponer públicamente a los hijos en redes sociales cuando son víctimas de bullying: “Eso los revictimiza y puede empeorar la situación”.
El uso de redes amplificó el alcance del acoso escolar. “Hoy el límite de la escuela desapareció: lo que antes quedaba en el aula ahora se viraliza. El impacto emocional es real, aunque ocurra en el espacio virtual”, explicó.
En este contexto, San Luis trabaja para implementar el método KiVa, desarrollado en Finlandia, que pone el foco en los testigos de las agresiones para cortar el ciclo de violencia.
Según Vázquez, la provincia pasó de estar entre las cinco con más casos de bullying a figurar entre las seis con menos. Actualmente, la situación se mantiene estable, gracias a la implementación de protocolos y talleres de educación emocional.
Vázquez defendió la incorporación de la educación emocional en las escuelas: “Primero hay que trabajar el mundo emocional para que el aprendizaje se produzca. Un niño con problemas emocionales difícilmente pueda concentrarse en estudiar”.