En medio de un clima de tensión financiera, los bancos privados le solicitaron al Gobierno una herramienta de liquidez de corto plazo, pero desde el Ministerio de Economía aseguraron que no habrá cambios. La eliminación de las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) —una pieza clave del sistema monetario— dejó al sector financiero sin operaciones a 1 día, lo que generó volatilidad en las tasas y presión sobre el tipo de cambio.
Desde el equipo económico confirmaron que la estrategia seguirá centrada en las Lecap, que se licitan cada 15 días, como mecanismo principal para absorber pesos. En otras palabras, los bancos deberán adaptarse al nuevo escenario, pese a sus reclamos.
Las principales asociaciones bancarias del país (Adeba, ABA, ABE y Abappra) enviaron una carta al Banco Central, alertando sobre los “efectos negativos” que generó el fin de las LEFI. Entre sus propuestas, solicitaron:
El objetivo: reducir la volatilidad en el mercado de tasas y garantizar fluidez operativa en un contexto de incertidumbre cambiaria.
A pesar del pedido conjunto del sistema financiero, desde el BCRA y el Ministerio de Economía reafirmaron su postura: no se evaluarán cambios en el esquema actual. El ministro Luis Caputo incluso criticó públicamente a los bancos por no haber canjeado sus LEFI por Lecap a corto plazo.
El Ejecutivo apuesta a que la nueva estrategia monetaria sea suficiente para ordenar la circulación de pesos y contener la expectativa de devaluación. De hecho, ya se convocó una nueva licitación de Lecap para la próxima semana.
La eliminación de las LEFI generó una inyección de 10 billones de pesos en el sistema financiero, lo que desacomodó las tasas de interés. Al no poder colocar esos fondos en instrumentos a 1 día, las entidades recurrieron a operaciones de caución, cuya tasa se desplomó inicialmente al 16% y luego volvió a subir bruscamente.
Analistas advierten que, si esta volatilidad en el mercado de pesos no se estabiliza, podría trasladarse al sistema bancario y frenar la reactivación de la economía. Desde la consultora LCG recomendaron que el BCRA intervenga, ya sea habilitando una nueva ventanilla de liquidez o participando activamente en el mercado secundario de Lecap.
Por ahora, el Gobierno no planea cambiar su hoja de ruta. La señal es clara: quiere que los bancos asuman un rol más activo en la canalización del crédito, incluso si eso implica soportar mayores fluctuaciones de corto plazo.
El próximo test será en la próxima licitación del Tesoro. Allí se verá si los bancos apuestan por las Lecap o siguen presionando por un mecanismo de liquidez más inmediato.