El escándalo por presuntas coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS) sumó un nuevo capítulo. Diego Spagnuolo, exdirector del organismo, decidió no acompañar el pedido de nulidad presentado por la familia Kovalivker —propietaria de la droguería Suizo Argentina— y mantiene abierta la posibilidad de convertirse en imputado colaborador.
El juez federal Sebastián Casanello había solicitado a todas las defensas que se pronunciaran sobre el planteo de la familia dueña de la droguería, que pidió dar por nulo todo lo actuado argumentando que la causa se inició a partir de audios sin validez legal y que ya existía una investigación previa archivada.
Los abogados de Spagnuolo, Ignacio Rada Schultze y Juan Aráoz de Lamadrid, solicitaron una prórroga para poder analizar el expediente antes de fijar posición. Según fuentes cercanas al exfuncionario, esta postura no implica automáticamente que se convierta en arrepentido, pero admiten que es una alternativa que sigue en evaluación.
Por su parte, los defensores de Daniel Garbellini —otro exfuncionario de la ANDIS investigado en la causa— también aclararon que no acompañan el planteo de nulidad y que necesitan acceder al expediente para definir una estrategia.
La causa continúa bajo secreto de sumario, por lo que ninguna de las partes puede acceder por completo a la evidencia recolectada. Esta medida se mantendrá al menos hasta el jueves y podría renovarse por otros diez días a pedido del fiscal Franco Picardi.
Mientras tanto, la fiscalía y la ONG Poder Ciudadano —aceptada como querellante— deberán dar su opinión sobre el planteo de nulidad. Recién entonces el juez Casanello estará en condiciones de resolver si el caso continúa o si hace lugar al pedido de la defensa de los Kovalivker.
El caso comenzó con la filtración de audios atribuidos a Spagnuolo, en los que se mencionan supuestos pagos de sobornos para direccionar contratos de compra de medicamentos a favor de la droguería Suizo Argentina. Los abogados de la familia sostienen que esas grabaciones violan el derecho a la intimidad y que no deberían ser usadas como prueba.
Por ahora, no hay imputaciones formales contra Spagnuolo, Garbellini ni los Kovalivker, pero la investigación avanza con el análisis de teléfonos, documentación incautada en Nordelta y registros de compras estatales.