En una entrevista con el historiador británico Niall Ferguson, el presidente Javier Milei ratificó el rumbo de su gobierno, habló de economía, geopolítica y también de su relación con Donald Trump.
Durante una extensa conversación publicada este martes por el medio The Free Press, el presidente Javier Milei reafirmó los próximos pasos que planea llevar adelante desde Casa Rosada. Habló de una segunda etapa de reformas estructurales, centradas en tres ejes: la baja de impuestos, la flexibilización del mercado laboral y una mayor apertura comercial.
“El objetivo es convertirnos en el país más libre del mundo”, expresó el mandatario, y explicó que la clave es avanzar en secuencia: primero bajar impuestos para fomentar la competitividad, luego flexibilizar el mercado laboral para que eso genere empleo genuino y, finalmente, abrir la economía al comercio internacional sin temor al desempleo.
Milei también defendió los logros económicos de su gestión, destacando que el déficit fiscal “era del 15% del PBI” y que el gasto público se redujo en un 30%. Según sus cifras, la economía creció un 5,7% en el primer trimestre y cerca de un 8% en el segundo, con una caída de 22 puntos en la tasa de pobreza. “Sacamos de la pobreza a 11 millones de personas y 2 millones de niños ya no son pobres”, remarcó.
En el diálogo con Ferguson, Milei afirmó que el movimiento liberal-libertario creció gracias a los jóvenes, especialmente durante la pandemia, cuando las redes sociales se convirtieron en una herramienta de difusión clave. “Los jóvenes se rebelan contra el statu quo y están menos adoctrinados por la educación pública”, sostuvo.
El presidente también habló sobre su visión del orden mundial. Consideró que el mundo tenderá a organizarse en bloques regionales, con Estados Unidos liderando América, China dominando Asia y Rusia tomando su propio rumbo. Fue crítico con Europa, a la que ve afectada por el “wokismo” y el “posmarxismo”.
Milei reivindicó su alineamiento con Donald Trump e Israel, y señaló que ambos comparten una lucha contra el socialismo. “La moral judeocristiana es nuestra base para las políticas públicas. Israel combina la vida material y espiritual. Por eso no lo podrán destruir”, afirmó.
🧠 En un tono firme y filosófico, Milei reiteró que la batalla cultural es tan importante como la económica, porque sin ella los cambios podrían revertirse. Su meta, aseguró, es instalar una transformación profunda, duradera y basada en valores.