Confirmado por el Cardenal Kevin Joseph Farrel en un conmovedor mensaje en vídeo, la noticia viajó rápidamente de corazón en corazón. Francisco había estado enfrentando desafíos de salud durante varios meses, sometido a tratamientos tras una complicada hospitalización en febrero y marzo de 2025, donde comenzó con dificultades respiratorias que derivaron en una bronquitis. Sin embargo, su inquebrantable espíritu le permitió realizar apariciones públicas durante la Semana Santa y el Domingo de Resurrección, mostrando su dedicación incansable al ministerio y su fe inquebrantable.
Un Papa con un Propósito
Elegido en marzo de 2013, Francisco se convirtió en el primer papa jesuita, el primer pontífice americano y el primero en adoptar el nombre del Santo de Asís. A lo largo de su papado, abrazó a los pobres y marginados, defendiendo a quienes más lo necesitaban. Su compromiso con la justicia social y la paz transformó el discurso de la Iglesia y resonó con fuerza en los corazones de muchas personas, invitándolas a unirse en una misión común de amor y servicio.
El camarlengo enfatizó su dedicación al servicio del Señor y de la Iglesia, resaltando cómo sus acciones reflejaron su profundo amor por la humanidad. El legado de Francisco va más allá de su papel como líder espiritual; se manifiesta en cada acción que inspiró, en cada mensaje que predicó y en cada vida que tocó.
Un Despedida en el Vaticano
Con su fallecimiento, el cuerpo del Papa Francisco será velado en el Vaticano, donde recibirán a aquellos que anhelan rendirle homenaje. Posteriormente, su descanso final será en la Basílica de Santa María la Mayor, un lugar que refleja la grandeza y la espiritualidad que él mismo representó.
Hoy, mientras el mundo llora su partida, recordamos sus palabras profundas, su amor incondicional y su ejemplo de vida. El Papa Francisco se ha ido, pero su legado perdurará eternamente en los corazones de las personas que continúan su misión de amor y paz.