El ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, adelantó que el Gobierno está trabajando en un proyecto de ley para acelerar las sucesiones no contenciosas, es decir, aquellas donde hay acuerdo entre los herederos, eliminando la necesidad de pasar por un largo y costoso proceso judicial.
La iniciativa sigue la línea del proyecto de divorcio exprés, que permitirá disolver el matrimonio ante el Registro Civil sin juicio. Según Sturzenegger, el objetivo es evitar que los herederos deban acudir a la Justicia cuando ya hay consenso sobre la distribución de los bienes.
Sucesiones sin conflicto: ¿cómo funcionaría el nuevo proceso?
Actualmente, las sucesiones se deben tramitar judicialmente, incluso cuando no hay disputas entre los herederos. Este proceso incluye la identificación de herederos, la valoración de bienes, el pago de deudas y la declaración final de herederos, y siempre requiere la intervención de abogados.
El nuevo proyecto busca ofrecer una alternativa más rápida y económica para casos no conflictivos. Aunque aún se están debatiendo detalles, la opción más discutida es que las sucesiones puedan gestionarse ante un escribano en lugar de un juez. Sin embargo, el consenso aún no ha sido alcanzado y se espera que se resuelva antes de su presentación en el Congreso.
Respuesta a las críticas por el divorcio exprés
Tras la presentación del proyecto de divorcio exprés, surgieron críticas del Colegio Público de Abogados de Capital Federal, quienes argumentan que la intervención de un juez es esencial para proteger los derechos de las partes. Ricardo Gil Lavedra, presidente del Colegio, señaló que la justicia ofrece garantías que no pueden ser reemplazadas.
Sturzenegger, en respuesta a estas críticas, sostuvo que la propuesta no elimina la posibilidad de contratar abogados: “Si querés usar un abogado, usá abogado. Nadie está prohibiendo eso”, y aclaró que en casos contenciosos o con hijos de por medio, los abogados seguirán siendo necesarios.
En cuanto al divorcio, el proyecto permite que las parejas que acuerden la división de bienes puedan disolver el vínculo sin juicio. Según el ministro, “si para casarse no hace falta un juicio, tampoco debería ser necesario para divorciarse”.
Este movimiento del Ejecutivo busca simplificar y modernizar procesos legales que afectan a miles de personas, agilizando trámites y reduciendo los costos tanto en sucesiones como en divorcios, siempre que no haya conflictos entre las partes.