El rostro de las personas está expuesto a millones de partículas y células que se encuentran en el aire pero también de pequeños seres vivos. Este particular bicho vive en la cara de los humanos y se alimenta de la grasa que desprende la piel del hombre.

Estos también llamados ácaros, miden 0,3 milímetros y están dentro del espectro de los arácnidos. Sin embargo, son similares a una lombriz. Los mismos pertenecen a la familia Demodex folliculorum, un tipo de ácaro bastante común que habita con diferentes animales sin que éstos se den cuenta la mayoría de las veces.

Esta es la apariencia de un ácaro.

Fue el portal NPR quien realizó un artículo sobre estos ácaros. Allí detallaron su forma de vida en imágenes que pueden impactar a las personas: por el día se encierran dentro de los poros para salir de noche y reproducirse con otros sobre las caras.

Así se encuentran los ácaros en el rostro humano.(Gentileza: Deep Look)

El rostro humano produce un aceite ceroso para mantenerse hidratado, que es todo un manjar para los ácaros Demodex. Estos bichos no representan una amenaza para las personas, salvo que se acumulen en grandes cantidades, lo que puede producir una enfermedad llamada demodicosis o sarna demodéctica.

Viven en los poros de la piel.

En las personas, la demodicosis puede provocar la formación un brillo rojo o blanco en la piel, y a menudo se asocia con una disminución en la respuesta del sistema inmunitario.

“Los ácaros de la cara son definitivamente la especie de animal con la que tenemos una conexión más cercana como seres humanos, a pesar de que la mayoría de nosotros no sabemos acerca de ellos o nunca vemos uno en nuestra vida”, expresó Michelle Trautwein, profesora de la Academia de Ciencias de California en San Francisco.