En la antesala de la cumbre del G20 que se celebrará los días 18 y 19 de noviembre en Río de Janeiro, Argentina ha tomado una postura que ha generado controversia al ser el único país miembro en no apoyar la declaración sobre igualdad de género. La decisión, alineada con la narrativa libertaria y antiglobalista del gobierno de Javier Milei, ha provocado tensiones, particularmente con Brasil.
Vanessa Dolce de Faria, representante de la cancillería brasileña en temas de género, expresó su descontento en redes sociales, afirmando que “Argentina es el único país del G20 que no se suma al consenso sobre igualdad de género. La presidencia brasileña se mantiene firme en su posición de que la igualdad es innegociable”.
El rechazo de Argentina a este consenso deja al país en una posición más conservadora que naciones como Rusia, Arabia Saudita, India y Turquía, que sí suscribieron a la declaración. Esta postura es coherente con el discurso incendiario de Milei en las Naciones Unidas, donde criticó duramente a la ONU y se apartó de agendas relacionadas con la igualdad de género, el cambio climático y la sustentabilidad.
Desde la cancillería argentina, algunos diplomáticos expresan su preocupación por el aislamiento internacional que está generando la administración de Milei. Según fuentes del Palacio San Martín, la estrategia del gobierno en el G20 seguirá el mismo tono «confrontativo y cultural» que se ha venido utilizando en los foros internacionales, lo que podría aumentar las tensiones en la cumbre.
Aún no se ha confirmado si el presidente Milei tendrá reuniones bilaterales de relevancia durante el evento, pero todo indica que la participación argentina estará marcada por el rechazo a los temas centrales de la agenda global.
