Florencia Magalí Morales apareció sin vida un mes atrás en una celda de la Comisaría 25 de Santa Rosa del Conlara, en San Luis. Tenía 39 años, trabajaba de mucama en un hotel y era madre y abuela sola. Había salido a buscar comida en bicicleta cuando fue detenida por personal policial, y como ejerció resistencia, la encarcelaron esa mañana del domingo 5 de abril. La fuente consultada por Página/12 recontruyó que si bien el cumplimiento de la cuarentena es obligatorio, a Florencia Magalí la detuvieron por andar en bicicleta a contramano, lo cual es una infracción que amerita llevar a alguien presa a una comisaría, ponerla con presos comunes durante muchas horas y, además, dejarle el cordón de su campera, con lo que supuestamente se habría ahorcado. 

Desde el Ministerio de Seguridad están siguiendo el caso a través del Consejo Federal de Seguridad, que no tiene capacidad sancionatoria ni punitiva, pero sí de generar presión. La ministra Frederic le envió una carta al ministro de Gobierno de San Luis Alberto José Rodríguez Saá pidiendo información sobre lo sucedido. La respuesta ya era conocida: fueron separados preventivamente los policías sospechados de haber estado involucrados en la muerte de Florencia.

"Certero golpe cervical"

El parte policial señalaba que la aprehensión se debió a la resistencia que puso y a la violación a la cuarentena obligatoria. Morales fue hallada ahorcada diez horas después de su detención y la autopsia determinó como causal una “asfixia mecánica”. Sin embargo, el parte del forense Gustavo Lafourcade Durán no brindaba detalles sobre cómo se encontraba el cuerpo y por eso el abogado Santiago Calderón Salomón solicitó una ampliación. El médico accedió al entender que “se cometieron errores técnicos”, tal como informó el sitio El Chorrillero. En el segundo informe, el perito mencionó lesiones que no estaban en el primero: se encontraban en la muñeca y antebrazo izquierdo, y “escoriaciones debajo de las rótulas de las rodillas”. 

Lafourcade Durán aclaró que “fueron producidas en vida y no pudieron provocar la muerte”. En relación a la causal de muerte, dijo que pudo ser provocada por el cordón que hallaron en la escena porque “coincide con el surco en el cuerpo”, pero alertó que también pudo ser consecuencia de “un golpe certero en la parte cervical”. 

Los abogados buscar determinar la manipulación del cuerpo y la cantidad de efectivos que había en el lugar. Ya fueron interrogados dos testigos, entre ellos el oficial de Criminalística, Ramón Cardetti, quien llegó a la seccional cuando ya se encontraba el forense y un secretario del Juzgado. Hasta el momento ninguno dijo haber visto el cuerpo colgado, afirman que lo encontraron en el piso. El abogado de la familia también precisó que aguardan pericias de ADN, celulares y las cámaras. 

Otra elemento importante para la familia es la declaración testimonial de una médica de la localidad. Tras ser demorada, Morales fue revisada en el hospital y luego enviada a un calabozo de la comisaría 25. El abogado de la familia describió que la médica "no la notó drogada ni alcoholizada”, dijo que “era colaboradora” y con ella tenía “excelente predisposición”. Sin embargo, contó que se encontraba exaltada y ofuscada con la policía. “De esta manera se descarta que estaba descontrolada con todo el mundo como dijeron los efectivos”, sostuvo Calderón Salomón. La profesional determinó, además, que no había lesiones de integridad física, lo cual indicaría que el único lugar donde Morales fue herida de muerte es la comisaría.