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27 de abril de 2020

Alberto Fernández:

Por: Página 12

El mandatario aclaró que existe "mucho respeto" en la relación con los mandatarios provinciales y que cada distrito debe administrar la cuarentena según su situación y sus necesidades. Contó que algunos le hicieron pedidos "muchos más peligrosos" que los paseos y remarcó que "de algún modo permitir que la gente tenga algún mecanismo de salida".

El presidente Alberto Fernández aseguró que "no hay ninguna ruptura" con los gobernadores de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires en torno a la administración de la cuarentente y al tema del permiso de esparcimiento para flexibilizar el aislamiento. El mandatario resaltó que el decreto que dictó señala que "cada jurisdicción debía reglar según sus necesidades" y confió en que, incluso en las provincias que ayer decidieron no autorizar salidas, "darán permiso en algunos lugares". "No quiero que a nadie se le vaya de las manos el control de esta pandemia, que es lo que nos ha permitido llegar a donde llegamos. Hoy, la Argentina es uno de los países con menos muertos del mundo”, enfatizó.

Fernández insistió en que existe "mucho respeto" en la relación con los mandatarios provinciales porque "han acompañado en cada una de las medidas" y señaló que respeta la decisión "si ellos piensan que deben hacerlo con más cuidado".

 

De todas maneras, el Presidente consideró que "hay un punto de tensión porque cuando nosotros administramos la cuarentena, administramos el movimiento humano y eso no puede ser eterno".

"Debemos ser severos, pero de algún modo permitir que la gente tenga algún mecanismo de salida", planteó su posición el Presidente y destacó que así ocurrirá en el 70 por ciento del país, donde el riesgo de contagio es bajo.

 

En ese sentido, el mandatario explicó que la decisión de permitir a las personas salir una hora de sus casas y hasta a 500 metros de distancia se respaldó en los pedidos que fueron recibiendo de los gobernadores --algunos "muchos más peligrosos" como reabrir la producción automotriz-- y en hechos ocurridos en zonas de riesgo como Ciudad de Buenos Aires --donde están habilitadas las salidad para take away-- o en los barrios populares bonaerenses donde se realiza una "cuarentena comunitaria".El presidente Alberto Fernández aseguró que "no hay ninguna ruptura" con los gobernadores de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Ciudad de Buenos Aires en torno al tema del permiso de esparcimiento para flexibilizar la cuarentena. El mandatario resaltó que el decreto que dictó señala que "cada jurisdicción debía reglar según sus necesidades" y confió en que, incluso en las provincias que ayer decidieron no autorizar salidas, "darán permiso en algunos lugares". "No quiero que a nadie se le vaya de las manos el control de esta pandemia, que es lo que nos ha permitido llegar a donde llegamos”, enfatizó.

Fernández insistió en que existe "mucho respeto" en la relación con los mandatarios provinciales porque "han acompañado en cada una de las medidas" y señaló que respeta la decisión "si ellos piensan que deben hacerlo con más cuidado".

De todas maneras, el Presidente consideró que "hay un punto de tensión porque cuando nosotros administramos la cuarentena, administramos el movimiento humano y eso no puede ser eterno".

"Debemos ser severos, pero de algún modo permitir que la gente tenga algún mecanismo de salida", planteó su posición el Presidente y destacó que así ocurrirá en el 70 por ciento del país, donde el riesgo de contagio es bajo.

En ese sentido, el mandatario explicó que la decisión de permitir a las personas salir una hora de sus casas y hasta a 500 metros de distancia se respaldó en los pedidos que fueron recibiendo de los gobernadores --algunos "muchos más peligrosos" como reabrir la producción automotriz-- y en hechos ocurridos en zonas de riesgo como Ciudad de Buenos Aires --donde están habilitadas las salidad para take away-- o en los barrios populares bonaerenses donde se realiza una "cuarentena comunitaria".

El mandatario hizo, de todos modos, un "mea culpa" por el desentendimiento ocurrido entre el gobierno nacional y los gobernadores de las provincias más pobladas. "Debí haber aclarado que los gobernadores tenían posibilidad de reglamentar las salidas, se me pasó", cerró el presidente.

"Lo más importante es preservar la salud de la gente", insistió el mandatario en su punto de vista y subrayó que "hay que contemplar la salud psicológica". "Me han traído informes en los que, entre los llamados al 911, se recibieron pedidos de atención psicológica, eso también hay que tenerlo en cuenta", señaló y sentenció: "No podemos mantener a la gente en un encierro enterno".

La situación en las cárceles

"Estamos tratando de controlar el problema de manera racional. Es un problema que atraviesa el mundo entero", resaltó el presidente respecto de los reclamos surgidos en distintas cárceles para que se apliquen medidas de protección ante la pandemia y se cumplan con las recomendaciones de la CIDH y del tribunal de Casación Penal para ordenar prisiones domiciliarias.

"Cada tanto, me encuentro con un tuit de la ministra Patricia Bullrich que dice que estoy haciendo todo esto para indultar gente, quiero que hablemos con seriedad", apuntó y aclaró que en el caso del exsecretario de Transporte Ricardo Jaime, la Secretaría de Derechos Humanos actuó como amicus curiae por pedido de los abogados del exfuncionario.

"El Gobierno no pidió la libertad de nadie", sentenció y aclaró que la Secretaría de DDHH "intervino en ese caso y en otros casos de delitos comunes porque no puede negarse a esa obligación".

El aumento del dólar

Por último, el mandatario reconoció que el aumento del dólar blue y el "contado con liqui" lo preocupa, pero sostuvo que se debe a razones especulativas en medio de la negociación de la deuda con los acreedores internacionales. "Tengo claro cuál es la causa, no es que la economía sufrió un trastorno que lo haya provocado", aseguró.

 

"Estamos en una negociación de deuda y hay mucha especulación. Los acreedores atacan a Martín Guzmán en los medios internacionales e incluso periodistas del país dicen que 'no pasa la prueba y se va a su casa'. Es un revival del 2004 con Lavagana. Y eso intraquiliza a la City", contextualizó el mandatario.



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