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4 de marzo de 2020

Coronavirus: Por qué no comprar barbijos

Por: Página 12

El titular del Colegio de Farmacéuticos explicó que se registran algunos faltantes de barbijos porque, por un lado, las fábricas no estaban preparadas para tanta demanda en este momento del año y, por otro, porque cuando comenzó en diciembre a circular el coronavirus en China, los fabricantes exportaron su producción. A este combo, “se suma la especulación”.

“Lo peor que puede hacer la gente es tener miedo y salir a comprar barbijos, no sólo porque si en algún momento se necesitan se va haber agotado el recurso sino porque en este escenario no es una barrera útil para la población general”, advirtió Claudio Ucchino, presidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal. “Lo que sí sirve es extremar el lavado de manos, para evitar no solo el contagio del coronavirus sino de cualquier enfermedad, como la gripe estacional o el sarampión”, remarcó y aclaró que “para eso lo mejor es algo que está al alcance de todos: agua y jabón”.

La aclaración y la advertencia vienen a cuento del aumento de la demanda de barbijos y alcohol en gel que se registró en el último mes, a los que el mercado, aprovechando el temor generado por el contagio de coronavirus, respondió con una suba de precios, y ante la nueva situación que se abre con la llegada del coronavirus a la Argentina.

 

Para Ucchino, la confirmación del primer caso de coronavirus en el país, no modifica el escenario que se venía dando para la contención del virus. “No hay que entrar en pánico, lo importante es reforzar las medidas de higiene personal, como cuando tenemos una gripe estacional. Lavarse las manos, airear los ambientes, toser o estornudar protegiéndonos con el codo. El virus no flota en el aire sino que se transmite a través del contacto directo con los fluidos, el exudado”, detalló.

Según explicó, el lavado de manos con jabón, no sólo de la palma sino el dorso y entre los dedos, durante al menos 30 segundos es esencial para la prevención. No tocarse la cara, la nariz ni los ojos antes de higienizarse haciendo correr suficiente agua para evitar cualquier contaminación con algún fluido, es la mejor forma de prevenir el contagio de esta como de otras enfermedades.

 “Si todo salimos a comprar barbijos vamos a agotar ese recurso y vamos a estar en problemas. Sólo se justifica cuando uno va a una guardia con algún síntoma para no contagiar a otros, en pacientes inmunodeprimidos, pacientes cardíacos o con trasplantes que tienen las defensas más bajas, o en adultos mayores con alguna patología previa. Para la población general no se recomienda. Hay que dejar claro que la gente no se muere por el coronavirus, que tiene además tiene una mortalidad menor a la de la gripe estacional, sino por las complicaciones respiratorias al contraer otros virus o bacterias, generalmente en pacientes mayores que tienen las defensas bajas”.

Por otra parte, explicó que utilizar barbijo en esta época del año, cuando el calor todavía favorece la no proliferación del virus, puede ser perjudicial, porque el calor produce transpiración y provoca que se humedezca el barbijo, y eso, en lugar de disminuir la posibilidad de contaminación, la aumenta. Los barbijos, que deben cubrir la boca y la nariz, son descartables y hay que cambiarlos cuando se sienten húmedos, es decir, después de algunas horas de uso.

A pesar de que la Sociedad Argentina de Infectología y el Ministerio de Salud desaconsejan su uso para prevenir el contagio de coronavirus, el aumento de la demanda, la escasez estacional y la especulación de algunos fabricantes disparó el precio de las máscaras descartables en las farmacias. Ucchino explicó que los tradicionales de tela que hasta diciembre se conseguían a 8 pesos, pasaron a costar entre 30 y 50 pesos, mientras que los N95, que impiden que se absorba el 95 por ciento del polvo del ambiente, fabricados en tres capas y con mejor adaptablidad a la anatomía de la cara, subieron de 150 pesos a más de 350. Ambos son desechables, tiene una vida útil de algunas horas, y ninguno de los dos es estéril.

"Hubo un aumento de la demanda producto del temor a lo que se sumó que algunos fabricantes aprovecharon esta alarma de la gente para aumentar los precios", dijo Ucchino, quien advirtió que también "se registraron aumentos en el alcohol en gel: el envase chico que se suele llevar en la cartera o la mochila y que en diciembre estaba en 50 pesos, aumentó alrededor del 40 por ciento, el envase que estaba a 110 pasó a 140, y el de medio litro pasó de 150 pesos a 180 o 300 según la marca".

El titular del Colegio de Farmacéuticos también explicó que se registran algunos faltantes de barbijos porque, por un lado, las fábricas no estaban preparadas para tanta demanda en este momento del año y, por otro, porque cuando comenzó en diciembre a circular el coronavirus en China, los fabricantes exportaron su producción. A este combo, “se suma la especulación”.

"La demanda de alcohol en gel creció un 50 por ciento, mientras que la de barbijos aumentó más del 100 por ciento. En verano, en las farmacias prácticamente no se dispensan barbijos, pero en diciembre, con los primeros casos en el mundo, la gente salió a comprar. A eso se sumó que la colectividad china también compró para enviar a sus familiares, y algunos que viajaban al exterior. En cualquier caso, no son la solución al escenario actual”.



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