El inspector de la Policía de la Ciudad, Esteban Ramírez, quedó procesado sin prisión preventiva y embargado en dos millones de pesos por el "homicidio preterintencional" de Jorge Martín Gómez, a quien le pegó una patada en el pecho que lo derribó y desnucó en una calle de San Cristóbal hace dos semanas.

La jueza de instrucción Yamile Bernán entendió que Ramírez no actuó en cumplimiento de su deber sino que se excedió con respecto al protocolo de la fuerza de seguridad para estos casos: él le quiso provocar un daño a la víctima y en vez lo mató.

La pena por homicidio preterintencional tiene una pena de entre tres y seis años de cárcel.

Ramírez y un compañero rodearon a Gómez en la cuadra de Carlos Calvo al 2600, tras recibir una denuncia telefónica sobre que el hombre estaba armado con un cuchillo y obstruía el tránsito.

Testigos del episodio afirmaron que Gómez no se encontraba en un estado normal, lo que lo dejó en un estado de mayor vulnerabilidad ante la reacción de Ramírez y su compañero de fuerza.

Bernán aún no cuenta con el examen toxicológico del cuerpo de Gómez para confirmar o descartar que estuviera bajo los efectos del alcohol o alguna droga, pero sí tiene a su disposición las declaraciones de los testigos, la grabación de la denuncia telefónica y un video captado por las cámaras de circuito cerrado.