El Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo porteña publicó un informe titulado "Relevamiento integral del mercado de alquileres" en el que advierte que tras afrontar los gastos de la vivienda -alquiler y expensas- el 70% de las familias inquilinas de la Ciudad de Buenos Aires queda por debajo de la línea de pobreza una vez que cubren el alquiler. Un 50%, por de bajo la línea de indigencia.

Según los datos del organismo porteño, en la Ciudad del total de inquilinos un 57% elige las opciones tradicionales, con contratos de dos años. El precio promedio de un ambiente es de $11.992 y 3 mil pesos de expensas; el de dos ambientes vale $14.323 y $3.500 de expensas; y el de tres ambientes, $19.472 y $4.400 de expensas.

En caso de una "familia tipo" - dos personas y dos hijos menores- para cubrir la Canasta Básica necesita contar con ingresos mensuales de $29.304.

Sumado al alquiler de tres ambientes, para superar la línea de la pobreza, una familia inquilina con las mencionadas características necesita contar con ingresos superiores a $48.776. Un requisito que sólo cumple el 30%.

A la mitad de la población ocupada -que percibe ingresos inferiores a $20.000- le resulta prácticamente imposible afrontar todos los gastos asociados a alquilar una vivienda y al mismo tiempo mantener niveles elementales de consumo: "El dinero que les queda es de subsistencia y los convierte en hogares pobres en barrios de sectores medios", asegura la Defensoría.

Para alquilar en la Ciudad se requiere: pagar un mes por adelantado; pagar entre uno y dos meses de depósito; contar con garantía propietaria o seguro de caución; demostrar una cierta cantidad de ingresos y realizar una serie de gastos administrativos. Todos esos gastos para un monoambiente son cerca de $20.000 y para un tres alrededor de $33.600 - en ambos casos con garantía-.