Hace un mes atrás, Analía Silva junto a su hijo Mateo se concentraron junto a otro grupo de personas en la puerta del Concejo Deliberante para exigir que hagan algo por su pueblo. "No hacen nada y nosotros nos morimos de hambre", les gritó Mateo con lágrimas en los ojos. Las imágenes de aquel video recorrieron todo el país y llegaron a las portadas más importantes.

Un mes después, Analía recibió el llamado del intendente Roberto Sánchez (Cambiemos) para decirle que le iban a dar un trabajo en la nueva de ómnibus en Concepción. Ella se puso contenta pero la alegría duró poco. El intendente primero quería sacarse una foto con ella y sus hijos, pero ella se negó. Luego, e dieron el uniforme y le pidieron que haga un video en el que se la viera limpiando para que efectivamente le dieran el trabajo. La mamá del nene, desesperada por su grave situación económica dio el sí a la propuesta.

"Yo acepto hacer el video, pero sin decir nada", dijo la mujer al medio tucumano y relató lo que pasó el día que la convocaron. "Viene el director de la Terminal, empieza a hacerme preguntas como si fuera una entrevista laboral, pero se reía cuando yo le respondía, como si me tomara el pelo. Da por terminada la charla y me dice: 'Muy bien, quedamos así, Analía, vaya con las chicas´", contó. Pero nunca más la llamaron.

Fue entonces cuando Analía volvió a pararse frente al Concejo Deliberante para contar lo que le había pasado. “Canalla, canalla. Qué aparezca el intendente. Sinvergüenza”, son algunas de las frases que Silva dijo en la puerta del Concejo Deliberante. La situación fue grabada y viralizada en redes sociales.