En los últimos meses, comprar ropa se volvió todo un desafío para muchas familias argentinas. Las ventas bajaron, los precios subieron y la llegada de productos importados hizo tambalear a muchas marcas nacionales. Frente a este panorama, varias firmas decidieron ajustar su estrategia: bajaron los precios, activaron promociones agresivas y adelantaron las liquidaciones de temporada.
Según un informe de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI), las importaciones de ropa crecieron un 121% en volumen entre enero y abril de 2025. Y el dato más fuerte: el precio promedio de las prendas importadas bajó un 17%, especialmente por el ingreso de productos de origen chino. Esto obligó a muchas marcas argentinas a revisar sus márgenes de ganancia y ofrecer prendas más accesibles para no perder clientes.
Algunas marcas como Etiqueta Negra, Gola y Equus decidieron aplicar rebajas directas de entre el 10% y el 40%. Desde Equus explicaron que el objetivo es “acompañar al consumidor en este momento difícil” y ofrecer ropa de calidad a precios más razonables.
En la misma línea, el empresario Federico Álvarez Castillo indicó que los nuevos precios responden a la baja de aranceles a la importación dispuesta por el Gobierno: “Nos adecuamos a la normativa y lo trasladamos al consumidor”, explicó.
Otras marcas, como Cheeky, Awada y Como Quieras, pertenecientes al grupo Altatex, apostaron desde hace meses a bajar los precios sin dejar de producir en el país. “Redujimos márgenes, ajustamos gastos y priorizamos el volumen sobre la ganancia por unidad”, dijeron desde la empresa.
Grisino y Mimo también se sumaron a esta tendencia, con liquidaciones anticipadas de hasta el 50% y promociones como 2×1 o 3×2, que seguirán vigentes durante todo el invierno.
En el caso de Portsaid, System Basic y Desiderata, el enfoque fue más gradual: sostienen precios competitivos desde hace dos temporadas y prefieren fidelizar al cliente con cuotas y beneficios constantes.
La situación no es fácil para nadie. “En mayo el mercado murió”, confesó una fuente del sector. Las ventas están muy por debajo del año pasado, incluso durante eventos masivos como el Hot Sale, que tuvo un 30% menos de movimiento que en 2024. Por eso, las marcas necesitan liquidez para afrontar la próxima temporada y las promociones seguirán siendo protagonistas.
Además, las exportaciones también cayeron: un 18% en dólares y 21% en volumen. Mientras tanto, la ropa importada llega con precios cada vez más bajos, lo que intensifica la competencia y deja a muchos fabricantes nacionales en una situación delicada.
Desde los grandes shoppings hasta los locales de barrio, todos se están adaptando como pueden. Y aunque los precios bajen, lo cierto es que muchas marcas siguen dando pelea para sostener la producción y el empleo local, en un contexto económico que cambia semana a semana.
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