Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los territorios palestinos ocupados, asegura que lo que ocurre en Gaza constituye un genocidio. En su último informe, titulado «Genocidio como supresión colonial», sostiene que las acciones israelíes forman parte de un proyecto de colonialismo de asentamientos que busca erradicar al pueblo palestino. Albanese destaca que la situación en Gaza no es solo una crisis humanitaria, sino una prueba para toda la humanidad.
La tragedia en Gaza
Desde el inicio de la ofensiva israelí hace más de un año, los bombardeos han causado la muerte de más de 44.000 personas, incluidos 17.000 niños, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza. Más de 1,5 millones de personas viven en condiciones extremas, al aire libre o en edificios destruidos, sin acceso a agua, alimentos ni refugio adecuado.
Albanese denuncia que los palestinos están siendo «destruidos física y biológicamente». Según el derecho internacional, actos como el desplazamiento forzado, la destrucción sistemática de recursos y la negación de derechos esenciales constituyen elementos de genocidio.
El vínculo con el colonialismo
La relatora vincula la situación en Gaza con el colonialismo de asentamientos, una práctica que históricamente ha implicado la apropiación de tierras y la supresión de pueblos indígenas. Para Albanese, lo que ocurre en Palestina no es diferente de lo que sucedió en América, Canadá o Australia durante los períodos coloniales.
Afirma que Israel utiliza métodos de despojo y segregación para expulsar a los palestinos de sus territorios, eliminando su pasado, presente y futuro. «No hay duda de que Palestina es un caso de colonialismo de asentamientos», subraya.
La falta de empatía y racismo
Albanese critica la falta de empatía en algunos sectores de Occidente hacia el sufrimiento del pueblo palestino. Atribuye esta actitud al racismo y al prejuicio, señalando que muchas élites políticas y medios de comunicación minimizan la tragedia. También denuncia el rol de los intereses económicos y estratégicos que vinculan a Israel con la venta de armas y tecnología de vigilancia.
Llamado a la acción
La relatora insta a los Estados a imponer un embargo total de armas contra Israel y a sancionar a las empresas que colaboren con la ocupación ilegal. Además, pide que los tribunales nacionales procesen a ciudadanos con doble nacionalidad que participen en delitos en los territorios ocupados.
Albanese concluye que lo que ocurre en Gaza es una prueba moral para la humanidad. «El tribunal de la historia será implacable con aquellos que niegan el genocidio», afirma. Además, advierte que la indiferencia hacia la situación palestina podría allanar el camino para un futuro marcado por el egoísmo y la lucha por recursos.