En un mundo sacudido por 56 conflictos armados activos, millones de niñas crecen atrapadas en la violencia, el miedo y la pérdida de oportunidades. Según un reciente informe, un 27% de las niñas que viven en medio de guerras sufren el temor constante a la violencia sexual, una realidad que afecta a una generación completa, negándoles su derecho a una infancia segura y a la posibilidad de un futuro mejor.
La guerra no solo destruye infraestructuras y hogares; también deja cicatrices profundas en la vida de niñas y adolescentes. Ikome, una joven de 16 años de Camerún, describe cómo cada vez más niñas se ven obligadas a casarse, abandonar sus estudios y asumir responsabilidades de adultez, todo en un intento desesperado por obtener protección en medio del caos. La crisis prolongada en su país es solo una de muchas que, a lo largo del mundo, están robando el futuro a millones de niñas.
Las niñas, las más afectadas por la guerra
El informe Still we dream, de la organización Plan International, examina las diferencias de género en situaciones de conflicto, basándose en encuestas a casi 10.000 niños y jóvenes en 10 países afectados. Los datos revelan que las niñas sufren de manera desproporcionada la violencia sexual, el abandono escolar y el trauma emocional. Mientras que el 27% de las niñas teme ser víctima de violencia sexual, solo el 17% de los niños comparte esa preocupación. Además, el 58% de las niñas vive con angustia constante, frente al 49% de los niños.
El impacto en la educación es alarmante. Más de la mitad de los niños y niñas en zonas de conflicto han dejado de estudiar, con una pérdida promedio de entre uno y dos años de educación. En el caso de las niñas, el cierre de escuelas y el matrimonio infantil son las principales razones, mientras que los niños suelen abandonar sus estudios para trabajar y sostener a sus familias.
Un llamado a la acción por la paz y la protección de la infancia
A pesar de las duras condiciones, muchos jóvenes, especialmente niñas y mujeres, mantienen la esperanza de un futuro mejor. Un 65% de los encuestados aboga por el diálogo de paz, y un 45% de las jóvenes mujeres destaca la necesidad de que la juventud participe activamente en los procesos de paz.
Es crucial que la comunidad internacional, los gobiernos y la sociedad actúen de manera decidida para poner fin a las violaciones de derechos humanos, en particular las que afectan a niñas y adolescentes. El informe subraya la urgencia de tomar medidas inmediatas para erradicar la violencia sexual y de género en zonas de conflicto y fomentar diálogos de paz inclusivos.
Diana, una joven colombiana de 20 años, resume con fuerza el sentimiento de esperanza:
“Construimos la paz nosotros mismos, desde nuestras comunidades. Paz es una palabra que tiene pocas letras, pero un significado inmenso”.
fuente: https://elpais.com/