En la localidad de Huinca Renancó, Córdoba, Darío Villarruel, dueño de una chacinería, decidió manifestar su indignación ante una desorbitada factura de luz de $840 mil de una manera inusual. Reuniendo billetes de $100 y $200, cargó el dinero en una carretilla y se dirigió a pagar la cuenta en la cooperativa eléctrica local, transformando su protesta en un evento viral.
Villarruel explicó que tras la eliminación de los subsidios, el costo de la energía en su negocio se volvió insostenible. Con ironía y humor, acompañó su acción con una remera que llevaba impresa la frase: «Cuando vaya a pagar la luz no diré nada, pero habrá señales», junto con una imagen de la carretilla, la misma que usó para llevar los fajos de billetes.
Los vecinos de Huinca Renancó, una pequeña localidad con 10 mil habitantes, no tardaron en notar la peculiar escena, y rápidamente la historia se viralizó en redes sociales. Según contó Villarruel en una entrevista radial, el elevado costo de la electricidad ha sido un problema constante en la zona. «Hace años que venimos reclamando y no obtenemos respuestas», comentó, mencionando que Huinca Renancó es una de las áreas con la tarifa más alta de la provincia de Córdoba. Además, destacó que la falta de gas natural en la región los obliga a depender aún más de la electricidad, lo que encarece aún más las facturas en invierno.
“No puedo seguir trabajando 14 horas diarias solo para que la cooperativa eléctrica se quede con mi ganancia”, afirmó Villarruel, quien también criticó el impacto que estas tarifas tienen en su calidad de vida, ya que se ve obligado a renunciar a vacaciones y feriados para cubrir los costos.
La particular protesta de Villarruel ha puesto en el foco las dificultades que enfrentan muchos comerciantes y residentes en zonas con altos costos de servicios esenciales, como la electricidad, y la necesidad de soluciones urgentes para mitigar estos problemas.
