Imagina un mundo donde el esfuerzo silencioso de millones de mujeres, dedicadas a labores de cuidado no remuneradas, sea finalmente reconocido y recompensado. Este es el ambicioso sueño del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con su innovador programa BID Cuida, una iniciativa que se propone visibilizar y financiar el trabajo esencial de quienes cuidan de niños, adultos mayores y personas con discapacidad en nuestra sociedad.
Durante años, estas labores han sido invisibles, llevadas a cabo principalmente por mujeres que, aunque son fundamentales para el funcionamiento de nuestras comunidades, enfrentan múltiples desafíos vinculados a la desigualdad de género y a su participación en el mercado laboral. Con el BID Cuida, el objetivo es dar un paso hacia la equidad, compensando a quienes realizan estas importantes tareas.
El programa ya ha despertado el interés en varios países de la región. Brasil, Uruguay, Colombia y Panamá han solicitado su incorporación a esta iniciativa transformadora, mientras que Argentina aún tiene una oportunidad invaluable por explorar. Estos países están siendo llamados a unirse a esta causa que no solo busca la igualdad, sino también generar un impacto económico significativo.
BID Cuida va más allá de ser un simple programa; se convierte en un puente hacia la construcción de un entorno laboral más equitativo. Entre sus metas destacan la creación de empleos formales en el sector de cuidado, la mejora de la infraestructura, como centros de desarrollo infantil, y la distribución equitativa de responsabilidades de cuidado entre hombres y mujeres. Todo esto diseñado para cerrar la brecha laboral de género que ha perdurado por generaciones.
Si bien el amor y la dedicación no tienen precio, a nivel económico, las labores de cuidado no remuneradas tienen un valor asombroso. De hecho, si estas tareas se remuneraran, podrían representar un increíble 21% del PIB de la región. Este dato no solo resalta la importancia de estos trabajos, sino que también subraya la necesidad urgente de reconocer y valorar el cuidado no remunerado como una parte integral de la economía.
La realidad es que, en América Latina, las mujeres dedican dos de cada tres horas a labores de cuidado no remuneradas. Este tiempo significativo les resta oportunidades para participar activamente en el mercado laboral y afecta la productividad económica en general. A través del programa BID Cuida, se busca un cambio que permita a las mujeres tomar un lugar más activo y equitativo en la economía, beneficiando no solo a ellas, sino a toda la sociedad.
BID Cuida no es solo una política; es una promesa de un futuro en donde el trabajo de cuidado sea valorado, visibilizado y, lo más importante, compensado. Es una oportunidad para construir una sociedad más justa y equilibrada, donde cada esfuerzo cuente. En este camino, todos tenemos un papel que desempeñar: visibilizar, apoyar y unirnos a esta causa que tiene el potencial de transformar vidas y economías. ¿Te animas a ser parte de este cambio?