En un esfuerzo por aliviar el impacto de la inflación y el deterioro del poder adquisitivo, siete provincias argentinas implementaron bonos extraordinarios para sus empleados públicos. Estas medidas, anunciadas por los gobernadores de Santiago del Estero, San Luis, Jujuy, Formosa, La Pampa, Corrientes y Salta, buscan mitigar los efectos de un año marcado por la reducción en las transferencias de coparticipación y la inflación acumulada.
Santiago del Estero lidera con el bono más alto
El gobernador Gerardo Zamora, del Frente Cívico por Santiago, fue el primero en anunciar el bono más alto del país: $1,3 millones, que se pagará en tres cuotas hasta enero. Además, Zamora instó a los municipios a replicar esta ayuda para los empleados locales y adelantó la reapertura de paritarias para febrero.
San Luis: equilibrio fiscal y apoyo económico
En San Luis, el gobernador Claudio Poggi destinó $350.000 para empleados públicos y $150.000 para beneficiarios del Plan de Inclusión Social. Poggi destacó que los fondos provinieron de un arduo trabajo para equilibrar las cuentas de una administración que, según él, había recibido con déficit fiscal. La medida supone una inyección de $17.000 millones a la economía provincial.
Otros bonos destacados
- Formosa: Gildo Insfrán otorgó un bono de $700.000, en dos cuotas a pagarse en enero y febrero, con exclusiones para quienes perciban ingresos brutos superiores a $2 millones.
- La Pampa: Sergio Ziliotto aprobó un bono de $300.000 y mantuvo la cláusula gatillo hasta enero para ajustes salariales.
- Salta: Gustavo Sáenz anunció un bono de $100.000 para sus empleados públicos.
- Jujuy: Carlos Sadir pagó la segunda cuota de un bono de $200.000, destinado a empleados estatales, y $140.000 para capacitadores laborales.
Un alivio temporal en un contexto económico difícil
Estas decisiones llegan en un escenario de reducción de transferencias federales, con una caída del 10,7% interanual en las automáticas y un 76,8% en las no automáticas. La inflación acumulada y las devaluaciones han erosionado significativamente el poder adquisitivo, y los bonos actúan como un paliativo temporal para amortiguar estas pérdidas.
Proyecciones para 2025
El gobierno nacional proyecta un aumento en las transferencias a provincias y municipios para el próximo año, alcanzando $3,6 billones, lo que representaría un incremento del 69,9% respecto a 2024. Este aumento busca aliviar las tensiones fiscales, aunque persisten debates sobre la equidad en la distribución de los fondos, especialmente tras el ajuste de recursos para la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
Conclusión:
Los bonos de fin de año se presentan como una medida necesaria para enfrentar un contexto económico adverso. Sin embargo, los desafíos de sostenibilidad financiera y la presión por una distribución más equitativa de los recursos seguirán marcando la agenda de los gobiernos provinciales en 2025.