La vida del legendario piloto brasileño Ayrton Senna, inmortalizada en la reciente serie de Netflix Senna, está llena de episodios que parecen sacados de una película, pero ocurrieron realmente. Desde polémicas en las pistas hasta hazañas de otro nivel, estos momentos cimentaron su estatus como una de las figuras más admiradas de la Fórmula 1. Aquí destacamos ocho de sus historias más increíbles.
1. Un título perdido por un cambio en las reglas
En 1979, Senna disputó el Campeonato Mundial de Karting en Estoril, Portugal. Aunque ganó la serie final, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) decidió desempatar por el resultado en las semifinales, favoreciendo al neerlandés Peter Koene. Este cambio repentino de criterio marcó una de las primeras decepciones en su carrera.
2. Una jubilación casi anticipada
Tras una exitosa temporada en la Fórmula Ford 1600 en Inglaterra, Senna anunció su retiro prematuro. Su esposa Lilian no se adaptaba al estilo de vida británico, y él planeaba volver a Brasil para trabajar en el negocio familiar. Sin embargo, su pasión por las carreras lo hizo regresar a Europa al año siguiente, dejando atrás la posibilidad de abandonar el automovilismo.
3. Ganar con cinta adhesiva
En la Fórmula 3 británica, Senna utilizó una táctica peculiar en la carrera decisiva de 1983. Su equipo colocó cinta adhesiva en el radiador del auto para calentar el motor rápidamente. Aunque el auto comenzó a sobrecalentarse, Senna arrancó la cinta mientras conducía y ganó la carrera, llevándose el campeonato.
4. Su “casi victoria” bajo la lluvia en Mónaco
En 1984, pilotando para Toleman, un equipo modesto, Senna ofreció una actuación épica en el Gran Premio de Mónaco. Bajo una lluvia torrencial, remontó desde el puesto 13 hasta casi adelantar al líder Alain Prost. La carrera fue detenida antes de tiempo, dándole la victoria a Prost, pero el desempeño de Senna se convirtió en leyenda.
5. El accidente en solitario en Mónaco
En 1988, Senna lideraba cómodamente el Gran Premio de Mónaco con McLaren, pero un error lo llevó a chocar en la entrada del túnel. Con 55 segundos de ventaja sobre Prost, su obsesión por mejorar sus tiempos le costó la carrera. Este incidente mostró su naturaleza perfeccionista y su incansable deseo de ser el mejor.
6. La descalificación en Japón que le costó un título
En 1989, un choque con Prost en el Gran Premio de Japón permitió a Senna seguir en carrera y ganar, pero fue descalificado por reincorporarse a la pista de manera irregular. Senna acusó a la FIA y a su presidente Jean-Marie Balestre de favorecer a Prost, lo que desató una de las polémicas más grandes de la F1.
7. El choque que garantizó su título
En el Gran Premio de Japón de 1990, Senna chocó intencionadamente contra Prost en la primera curva, asegurándose el campeonato mundial. Aunque fue duramente criticado por su decisión, este acto de venganza reflejó su determinación y su resentimiento por las injusticias previas.
8. La victoria épica en Interlagos con una sola marcha
En 1991, Senna ganó su primer Gran Premio de Brasil, en Interlagos, a pesar de que su McLaren quedó atascado en sexta marcha durante las últimas vueltas. Exhausto y con espasmos musculares, cruzó la meta para cumplir su sueño de triunfar en casa. Las imágenes de un Senna dolorido levantando el trofeo son icónicas.
Dos episodios sorprendentes que quedaron fuera de la serie
La parálisis facial
En 1984, Senna sufrió una parálisis en el lado derecho de su cara debido a mastoiditis. Aunque el problema amenazó con truncar su carrera, logró recuperarse completamente para seguir compitiendo al más alto nivel.
La “vuelta de los dioses”
En el Gran Premio de Europa de 1993, Senna protagonizó una primera vuelta que aún se considera la mejor de la historia. En condiciones de lluvia, adelantó a cuatro autos, incluyendo a Schumacher y Prost, para liderar la carrera. Además, usó un truco: cruzó por boxes para acortar el circuito y marcar la vuelta más rápida.
La vida de Ayrton Senna no solo fue una serie de triunfos en la pista, sino también un testimonio de pasión, valentía y controversia. Su legado sigue vivo, inspirando generaciones dentro y fuera del automovilismo.