Por fin una propuesta

Las propuestas brillan por su ausencia. El gobierno solo dice “no miremos para atrás, vayamos para adelante”; la oposición juega con muchas verdades: desocupación, inflación, salarios que se achican cada vez más, inseguridad por todos lados.

En fin: a solo dos semanas de uno de los hechos más relevantes que puede tener un país, las elecciones, el pesimismo acosa al ciudadano, que se recuesta en la desazón y la bronca de que las mentiras de estos cuatro años se han hecho más intensas. Pero de pronto surge del lado popular -el Frente de Todos- un anuncio que parece no haber causado una reacción en la gente, todavía, y que es sin duda una medida que impacta sobremanera: “Cuando asuma la presidencia, lo primero que vamos a hacer es darles remedios gratuitos a los jubilados”. Levantando la voz para que lo escuchen mejor, Alberto Fernández, el precandidato del Frente de Todos, casi gritó al señalar que tomará esa decisión al día siguiente de asumir. Por lo menos eso dio a entender.

También surgió de inmediato y al unísono, con pocas excepciones, aquello de “¿quién le cree?”. Es cierto. Después de todas las mentiras que se han dicho en los últimos tiempos, nacidas de todas las gargantas de los que gobiernan y de los que intentan subirse al poder, es sumamente difícil creer. Pero es la primera propuesta valedera que se escucha y que no ha tenido una respuesta generalizada de los diferentes sectores, como bien decía el otro día nuestra colega televisiva Rosario Lufrano, al remarcar el anuncio mencionado.

Sin duda la gente escuchó y lo miró de reojo al precandidato presidencial, pero parece que algunas de esas áreas muy cercanas a dar información seria lo confirmaron. El aumento de los medicamentos es algo imparable. Para la gente de la tercera edad ya es imposible obtenerlos. A la que está en actividad también le duele muchísimo pagarlos. Sumado esto a que en poco tiempo han desaparecido más de 300 mil puestos de trabajo; que es imposible cubrir los servicios públicos y hay que pedir préstamos para poder pagarlos; que la inflación cada vez es mayor; que el dólar sube de a poquito, etc., es imposible aceptar, aunque lo digan por el lado oficial, que “la situación está mejorando”. Los pensamientos de cada uno son volcados en esta sección.

Nada se deja de lado, porque la libertad de expresión es nuestro objetivo principal. Crónica no se guarda nada cuando se trata, lógico, de hechos reales. Sin embargo, surgen ciertos momentos de la vida cotidiana que parecen expulsados de la ciencia ficción. Hay más para que usted se sorprenda o no, amigo lector.

Pindonga y Cuchuflito

De pronto a la ex presidenta se le ocurrió decir, en mensaje de campaña, que en los supermercados se ven “marcas Pindonga o Cuchuflito”. Sin duda quiso mencionar esas dos palabras que los veteranos usaron en otros tiempos y significan, lisa y llanamente, sin faltarle el respeto a nadie, algo así como “de poca monta”.

¿Para qué? En la Casa Rosada pusieron el grito en el cielo. Hasta el propio Presidente aludió a ese léxico en diferentes discursos, casi tomándolo como una burla.

La campaña electoral, sin duda, está acosada por una terminología que a veces es humorista, otras burlona y, también, no podemos negarlo, muy sucia.

Por ejemplo, las de Aníbal Fernández contra la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, al compararla con un asesino como Rodolfo Barreda. Aquí sí que hasta los mismos militantes de Todos lo repudiaron.

Así, sucesivamente, se suman términos que, como en este caso, revivieron la figura del propio “Cuchuflito”: Juan Díaz, un actor cómico de mucha simpatía que fue llamado a las pantallas de televisión luego de estar mucho tiempo fuera de un estudio.

También apareció la figura de Luis Brandoni, uno de los grandes actores argentinos que se enojó con los pilotos de avión al escucharles críticas al gobierno. El hombre, claro, está con Macri y es un radical de toda la vida. Así se suceden hoy los cambios de opiniones dentro de la campaña electoral, bastante pesada y, reiteramos -lamentándolo-, que se convierte a menudo en algo sumamente rechazable por el léxico utilizado y la calificación fuera de todo lo normal. Menos palabras, muchachos, y más hechos positivos.

Peña y sus inventos

Marcos Peña es también inventor. Los “ojos” de Macri, como lo llama el Presidente, inventó un nuevo sistema para celulares destinado a “ordenar la campaña anárquica del oficialismo” que ya están utilizando más de 3 mil usuarios. Una de las artistas del nuevo sistema, por ejemplo, es la función “suma a un amigo” y hasta hay un sticker que muestra un abrazo entre Macri y Cristina. El “aviso” a través de los celulares recorre ciertos aparatitos y lo secundan en este invento digital hombres como el secretario de Modernización, Andrés Ibarra, que se agrupó con un núcleo de expertos dedicados exclusivamente a la cibernética en el denominado espacio llamado “Ciberseguridad Electoral”, cuya tarea es evitar el hackeo que “puede venir del exterior”, destacando el propósito de una elección limpia y clara.

Macri fue informado de estas dos tecnologías con que se desenvolverán las elecciones durante un día entero. Antes de irse al interior, se sentó con él todo el grupo de técnicos “eleccionarios” y le dieron una clase magistral de las novedades. Dicen que el hombre las entendió de inmediato, pero hizo varias preguntas. Y consultó bastante, como querrían hacerlo alguna vez los periodistas a él, pero no sobre temas modernizados, sino acerca de crear y generar trabajo para superar esta situación de tanta pobreza. En fin.

“Temblor” en provincia

1) En la Casa Rosada y alrededores de la Presidencia reina la alegría porque dicen que “en segunda vuelta” gana Macri. Las encuestas que le llevan son de una diferencia muy ajustada -uno a dos puntos-, “pero ganan”, insisten.

Claro que donde reina el temor es en la provincia de Buenos Aires, donde la Vidal está atrás de Kicillof. “La presencia de Macri” debilita a la dama, que mide bien, pero “no le da para ganarle, por ahora, al joven de Unidad Ciudadana que dice que es peronista”.

Con respecto al hombre que dio el gran salto -del justicialismo al PRO-, el menemista Pichetto, algunas encuestas no le dan votos y ciertos militantes furiosos del PRO comentan en voz baja:“¿Para qué lo trajeron?”.

Escribimos lo que escuchamos, en este habitual segmento de “Breves y Sabrosas”.

2) Para puntualizar, decimos que existe gran preocupación en el comando de campaña del oficialismo por la suba del dólar y la forma en que se lo retiene. El dúo presidencial considera que los perjudica en el voto popular. Están buscando un nuevo léxico para decir que la moneda verde se mantendrá “mucho tiempo” sin subir. Pero no saben de qué manera pueden modificar la verdad.

3) Macri y Alberto Fernández, el candidato opositor, creen que las elecciones se ganan y se pierden en Córdoba. De allí que ambos se concentran en una campaña directa en el terruño de Juan Schiaretti. El cordobés dicen que es “muy amigo” de Macri y por eso lo apoyaría, pero a veces los cambios de pensamiento y de recuerdos valen, y de allí que ahora el oficialismo piensa y piensa.

4) La última: un gran abrazo para Víctor Bugge, el fotógrafo de Presidencia, que ha cumplido años. Vamos, Vic, todavía. Telón.

Pymes a la carga

El presidente Macri recibió un informe de la CAME, entidad que agrupa a las pymes, solicitando ayuda inmediata para evitar el cierre de locales que se sucede diariamente.

A través de Dante Sica, el ministro de Producción, le hicieron llegar al jefe de Estado una serie de propuestas para que “el gobierno exponga medidas claras y precisas en torno a la nueva política laboral y social, y un régimen tributario que aliente el empleo. Pero remarcan con mayor fruición el deseo de un mercado interno y la seguridad alimentaria como política pública”.

Algunos recuerdan que Juan Domingo Perón, al hacerse cargo de su primera presidencia, allá por 1946, puso en práctica la única medida necesaria en tiempos pasados, presentes y futuros: producir, producir y producir. Para eso hay que saber crear y generar trabajo, como se hizo en aquella época. El gobierno puede buscar en sus grandes archivos planes de aquel momento que pueden utilizarse y también “El modelo argentino”, escrito por Perón, que va de 2000 en adelante. Búsquenlo, no se van a arrepentir.