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SAN LUIS

7 de diciembre de 2018

Aceiteros: consiguieron un salario mínimo de $ 43 mil y bono de fin de año de $ 33 mil

Esta semana, los paritarios de la Federación Aceitera firmaron el acuerdo con las cámaras empresarias del sector. Además acordaron un bono de fin de año de 33 mil pesos.

La Federación Aceitera nuclea a los trabajadores y trabajadoras del complejo oleaginoso, de desmotadores de algodón y otras empresas del rubro en todo el país. Hace algunos años se destacó por una huelga general de 25 días que paralizó a uno de los sectores empresarios que más ganaron en los últimos años. Se trata de las grandes exportadoras agroindustriales como Dreyfus, Cargill, Vicentín, Bunge, entre otras.

La concepción del gremio es que el salario de los aceiteros debe basarse en el derecho a un Salario Mínimo, Vital y Móvil, el cual según las mismas leyes debe asegurar a los trabajadores y sus familias “alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión”.

Lo cierto es que en esta paritaria, en la que no se llegaron a tomar medidas de fuerza que habían sido mandatadas por el reciente congreso de delegados, la Federación consiguió un salario básico inicial de $ 43.821,83 a partir del 1° de enero de 2019 y hasta el 31 de diciembre de 2019, con claúsula de revisión en el mes de julio. Según informa la Federación, “de forma adicional se acordó una suma no remunerativa correspondiente al año 2018 de $ 33.733,75 que se abonará en enero de 2019”. Esa cifra se parece más a lo que varias consultoras calcularon que debía ser el bono de fin de año que la CGT pactó en solo $ 5.000 y con reservas.

Aún así, en la Federación plantean que “en esta coyuntura compleja, en el marco de un año con despidos en nuestra actividad, reafirmamos que no estamos dispuestos a cambiar salario por empleo. Debemos avanzar en conjunto contra toda forma de precarización, flexibilización y tercerización”. Es que durante 2018 hemos visto duros ataques de las empresas en Cargill o Bunge, por citar ejemplos, donde despidieron a decenas de trabajadores con medidas que incluyeron el lock out patronal.



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