Por Camilo Sánchez 21-05-2022 | 18:03

El oficialista e influyente Centro Democrático (CD) del expresidente Álvaro Uribe no presentará candidato para las elecciones del próximo 29 de mayo y ha sido incapaz de oficializar su respaldo al aspirante de derecha por la coalición Equipo por Colombia, el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, mejor conocido como "Fico", mientras sufre el embate de las legislativas.

La coyuntura de la formación de derecha y sus modestos resultados en las elecciones parlamentarias del 13 de marzo pasado, donde perdió unas 20 bancas con respecto a la legislatura pasada, sugieren un cambio gradual en la repartición del poder.

Diversas encuestas difundidas en los últimos meses ya anunciaban el deterioro del proyecto político: la primera damnificada fue la aspiración de Óscar Iván Zuluaga, escogido en marzo mediante una consulta interna para representar al CD. Una iniciativa que nunca despegó y se hundió con notable celeridad.

La pregunta que se abre, entonces, es quién podrá suceder a Uribe y enderezar el camino del Centro Democrático.

La solución al problema no se antoja fácil. El académico y director del portal de análisis Razón Pública, Hernando Gómez Buendía, señaló a Télam que sustituir a "un caudillo nunca ha sido tarea fácil".

El político de 69 años amasó un gran poder durante sus dos mandatos presidenciales seguidos, entre 2002 y 2010, y, de no haber sido por una sentencia de la Corte Constitucional que bloqueó sus aspiraciones, muy probablemente habría alcanzado un tercer período como inquilino del Palacio de Nariño.

Para diciembre del año pasado, sin embargo, la firma Ivamer Poll ya establecía que solo un 19% de la ciudadanía contaba con una opinión favorable del carismático y polémico expresidente, el nivel más bajo de aceptación en dos décadas.

Un mensaje de alerta que, además, recrudecía el desconcierto ante la avanzada del opositor de izquierda Gustavo Petro, líder hasta hoy en todas las encuestas de intención de voto.

Andrés Dávila, politólogo de la Universidad Nacional, sostiene que el problema radica en que “el liderazgo ni se hereda ni se transmite”. El académico señaló además a Télam que se vive "una etapa de líderes políticos medianos, deplorables y endebles”.

Un ejemplo podría ser el difuso proceso de consulta interna para escoger a Zuluaga y su fallida candidatura.

Desde el comienzo quedó claro que ninguno de los cinco contendientes proyectaba la fuerza necesaria para llegar al poder. Y las rencillas internas amenazaron incluso con dinamitar la estabilidad de una fuerza que ha ganado cuatro de las últimas cinco elecciones presidenciales.

El sociólogo y catedrático Eduardo Pizarro Leongómez trazó paralelismos con la historia argentina: "Esto es lo que sucede cuando la política se construye en torno a la personalización extrema, más que a una ideología, más que a una organización. De la misma forma que nunca hubo un remplazo para Perón, hoy no hay reemplazo para Uribe".

Pizarro agregó, asimismo, un rasgo del paisaje político colombiano: el caprichoso gusto de los expresidentes por permanecer en política. Y de Uribe en especial.

"Esto es lo que sucede cuando la política se construye en torno a la personalización extrema, más que a una ideología, más que a una organización. De la misma forma que nunca hubo un remplazo para Perón, hoy no hay reemplazo para Uribe".Eduardo Pizarro Leongómez, sociólogo

“En Colombia se dice con mucho humor que los políticos aspiran a ser presidentes para ser expresidentes. Tras su presidencia, Uribe fue senador, siguió copando el escenario político. Entonces, además de sus rasgos caudillistas, nunca preparó la posibilidad de que alguien lo sustituyera y ese es un hecho que, evidentemente, ha bloqueado la transición”, apuntó a Télam.

Las raíces y composición del CD son recientes. Se trata de una agrupación fundada por el propio Uribe en 2013. En 2002 se presentó como independiente para su primera candidatura presidencial a través de un movimiento ciudadano bautizado Primero Colombia y, una vez en instalado en el poder, la plataforma política que impulsó su reelección fue el partido de la Unión por la Gente.

Sin embargo, cuando su exministro de Defensa, Juan Manuel Santos, lo sucedió en 2010, se desató una guerra entre los dos líderes. La causa fue el proceso de paz con la guerrilla que impulsó el delfín y que fue interpretada como una traición por Uribe. Una bronca que llega hasta hoy y que llevó a Uribe a fundar en su momento el CD, un partido político diseñado a imagen y semejanza de su creador: "Los estatutos del Centro Democrático son monárquicos", aseguró José Luciano Sanín, director de la ONG Viva la Ciudadanía.

El también docente y experto en derechos laborales recordó que se trata de un manual de uso que le da carta blanca al "presidente fundador" para “nombrar candidatos, destituir militantes, decidir el orden de las listas".

"Él tiene la facultad de hacer todo lo que quiera, porque en Colombia, a pesar de que la Constitución insta a los partidos a desarrollar mecanismos democráticos, la ley no los obliga. ¿Cómo va a haber un relevo si nadie puede retar al presidente fundador?", se preguntó Sanín.

De todo lo anterior se deducen con facilidad las motivaciones por la cuales el candidato de la derecha, "Fico" Gutiérrez, se ha presentado como independiente, a la cabeza de la coalición Equipo por Colombia, un compendio de partidos de centroderecha y derecha que, a pesar de formar parte de la misma corriente del CD, se ha querido presentar como un colectivo centrista y conciliador.

Nada que le haya reportado mayores beneficios a "Fico" a la hora de recortar de forma clara la ventaja de su adversario en las encuestas. La más reciente le adjudica un 22% de los apoyos al exalcalde de Medellín (mientras que Petro sigue encabezando con una intención de voto del 40%).

Aún es pronto para hablar de un "posuribismo", coincidieron diversos analistas consultados, pero hay indicios de que las grietas en el patrimonio del CD son profundas y sus bases algo movedizas.

Sanín recordó, por ejemplo, que en el momento de construcción de la formación se optó por recoger una militancia de muy dudosa catadura en las regiones: "Los residuos de partidos tradicionales que solo buscaban una afiliación instrumental. Lo único que necesitaban era una marca que les generara votos. Por eso no había mayor disputa, ni debate, ni deliberación. Ni liderazgo que interpelara a Uribe".

¿Y hoy que está sucediendo? "Hoy vemos que esos mismos políticos a los que les importaba muy poco lo ideológico, que eran incapaces de controvertir al caudillo, ahora que el partido perdió fuerza en el Congreso, están empezando a replegarse de nuevo a sus partidos de origen". Etiquetas:

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Fuente: telam